Preguntas

frecuentes

Las opiniones y/o artículos contenidos en esta página son a título informativo y no pueden reemplazar de ningún modo la consulta con su médico.

La cantidad de centímetros que su hijo crece cada año, determina una curva que se divide en tres etapas:

 

Primera infancia

Período hasta los 2 años de vida, de crecimiento muy rápido y determinado por el crecimiento intrauterino y el correcto aporte nutricional. En general, el bebé crecerá unos 25 cm el primer año y de 10 a 12 cm el segundo.

 

Segunda infancia

Se extiende desde el tercer año de vida hasta los diez años (niñas) y doce años (varones).

Es un período constante y regulado especialmente por La Hormona de Crecimiento (Somatotropina).
El crecimiento promedio es de 6 cm por año, con mayor intensidad al principio, para ir disminuyendo con los años.

 

Pubertad


Período regido por la interacción de las hormonas sexuales y la Somatotropina. La pubertad es sinónimo del crecimiento rápido o “estirón.”

En las niñas se inicia alrededor de los 10-11 años (2-3 años antes de su primer periodo menstrual) y en los varones entre los 12 y 14 años de edad.
El crecimiento es el parámetro por excelencia utilizado por la pediatría como valoración del estado de salud de su hijo.

Como vimos en el punto anterior, el crecimiento no es uniforme y puede variar por influencia de distintos factores (alimentación, época del año, genéticos, desarrollo gestacional, etc.)

Las mediciones seriadas durante lapsos considerables de tiempo (años), serán indicativos del crecimiento normal de su hijo. Siendo el mejor indicador para obtener, de existir alguna patología, un diagnóstico temprano.
Las causas de retraso de crecimiento y baja estatura pueden ser múltiples.

En el 80% de los casos se trata de variantes normales del crecimiento (Talla baja familiar – Retardo constitucional del crecimiento y desarrollo)

Dentro de la baja talla patológica encontramos diversas posibles causas:

R.C.I.U.(Retardo de Crecimiento Intrauterino

Niños nacidos antes de tiempo que, en algunos casos, no logran recuperar peso y talla.)

Desnutrición

Que puede ser primaria (por falta de nutrientes), o secundaria, asociada a otras patologías como por ej. la enfermedad celíaca.

Infecciones recurrentes (entre ellas, el HIV)

Enfermedades crónicas que, si son importantes, pueden condicionar un retraso en el crecimiento. Ej: Insuficiencia Renal Crónica, respiratorias, metabólicas, reumatológicas, anemias, cardiopatías.

Trastornos endocrinológicos

Como Déficit de Hormona de Crecimiento (por mal funcionamiento de la hipófisis), Insensibilidad a la hormona de crecimiento (ambos pueden ser Congénitos y adquiridos). Hipotiroidismo (que cuando es adquirido, no afecta el desarrollo mental)

Trastornos genéticos

Síndrome de Turner, Síndrome de Noonan, Síndrome de Prader Willi, de Silver Russell. Donde la talla es solo uno de los problemas. Es importante llegar al diagnóstico para poder atender las otras alteraciones que puede haber.

Displasias esqueléticas y otros síndromes congénitos de presentación poco frecuente que también deben detectarse para dar tratamiento y asesoramiento genético correspondiente.

Tumores del Sistema Nervioso Central.

 Pubertad Precoz.

La duración del tratamiento dependerá del cierre del cartílago correspondiente, (siendo aproximadamente entre los 16-17 años en las niñas y entre los 17-18 años en los varones.) Aunque por supuesto, será el endocrinólogo pediatra quien determinará en cada control si se debe o no continuar con el tratamiento. 

Como expresamos en el punto anterior, solo el endocrinólogo pediatra indicará la continuidad o no del tratamiento.

Si lo interrumpen por decisión propia, los resultados a largo plazo no serán los ideales, y el paciente no alcanzará la estatura esperada
Es muy importante concientizar a su hijo de forma realista acerca de las expectativas del tratamiento. Aconsejamos estimular la confianza de su hijo para fortalecer su autoestima, apoyándolo permanentemente. Además es importante fomentar la independencia y la autonomía.

Involucrarlo en situaciones que pueda resolver, festejar sus logros y alentarlo a aprender de sus fracasos son buenas estrategias para ayudar psicológicamente. Además, es importante resaltar otros aspectos positivos, como sus valores como persona e incluso su imagen física. Es necesario hacerles entender que la enfermedad es sólo un aspecto de su vida, y no algo que lo define.

Se aplica, por medio de inyecciones subcutáneas – en brazos, abdomen, piernas, cola, rotando siempre la zona de aplicación. 

Claro que sí. Es muy importante inculcarle la responsabilidad de  que sea él/ella quien controle la continuidad de su propio tratamiento. Además, esto puede ayudar a que pierda el miedo al pinchazo.

Preferentemente a la noche (entre las 19 y 21 hs.) En caso de necesidad, se podrá adelantar. Este consejo es para imitar el patrón de secreción normal de la Hormona, ya que ésta aumenta durante el descanso nocturno.

Se aconseja que se guarde en la heladera.Nunca en el congelador o freezer.

La Hormona de Crecimiento requiere cadena de frío. Debe conservarse entre +2ºC y +8°C , transportándola en embalaje/bolso térmico, con geles refrigerantes –reemplazándolos a intervalos regulares–, para que se mantenga la temperatura, pero sin llegar a provocar la congelación del producto.
Durante los viajes, es mejor llevar los medicamentos en el equipaje de mano. (adecuadamente refrigerado)
También es importante tener la medicación con uno, en caso de posible extravío de la valija.
Es importante no dejar los medicamentos en el interior del vehículo estacionado al sol, (sobre todo durante los períodos calurosos).
Apenas se llega al lugar de destino, guardarlo en una heladera, tal como hacemos en casa.
Asegurarse de llevar medicación suficiente para todo el período de duración del viaje. Incluso, es recomendable llevar algunas dosis extras, ante cualquier imprevisto que extienda la estadía o demore la partida.

La Hormona de Crecimiento no produce ningún efecto adverso. A veces un mínimo enrojecimiento en la zona de la aplicación. Es un medicamento seguro si se usa correctamente y según indicación médica. Ante cualquier signo o síntoma consulte a su médico.

No hace falta suspender la aplicación de la Hormona, pudiéndose combinar con antifebriles, antibióticos, etc. Siempre consulte a su médico pediatra.

Consulte siempre a su médico pediatra.

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